‘Las dos en punto’
De Walther Sánchez
Rodríguez
La guerra civil y los 40 años de dictadura franquista
en España han dejado víctimas de todo tipo; algunas enterradas sin sepultura ni
cruz, otras desterradas sin patria y sin bandera y millones aterradas sin paz
en su propia tierra durante 40 años. A
esta última categoría pertenecieron las hermanas gallegas Coralia y Maruxa
Fandiño Ricart que, por la militancia anarquista de sus hermanos y por ser
mujeres, sufrieron la persecución, la miseria, el maltrato social, el castigo
físico y hasta el horror de la violación sexual por los falangistas.
Pero Coralia y Maruxa sólo buscaban un poco de amor,
algún hombre que les diera cariño, protección y, sobre todas las cosas,
respeto. Ellas fueron perdiéndolo casi todo; ya nadie les dejaba costuras para
hacer y se quedaron sin pan. Luego sin padres y también sin hermanos. Pero
nunca perdieron la esperanza de que algún hombre se fijara en ellas y si no se
fijaban, ellas se harían notar igual, con los colores de sus vestidos y su
maquillaje excéntrico.
Los demás aterrados vieron en ellas un símbolo
de libertad, porque pese al horror, no
perdían sus pequeños sueños. Ni el viento de los años pudo con ellas y ya
viejas siguieron visitando la alameda de Santiago de Compostela a “Las dos en
punto” cuando los jóvenes estudiantes dejaban los libros y recibían la mirada
y hasta los piropos de las hermanas Fandiño Ricart.
Esta historia real, con dramaturgia de Walther
Sánchez Rodríguez y con dirección de Débora
Ruiz, sube a escena en el recuperado Auditorio KraftCCNV los viernes a las 20.30 hs.
El texto resulta acertadamente poético, no cae en
golpes bajos ni en dogmatismos, la puesta es cuidada y las actuaciones son
exactas, muy medidas y resulta, de tal conjunción, un hecho teatral sumamente
emotivo y recomendable.
Luego de la función hablamos brevemente con el autor
y también intérprete de “Las dos en punto” y esto nos dijo Walther Sánchez Rodríguez:
¿Cómo nace la idea de rescatar la historia de estas
mujeres que, para nuestro público al menos, es una historia desconocida?
Sí, es una historia desconocida para
muchos. Yo desde chico tuve una
particular fascinación por las personas supuestamente locas o que no estaban,
al menos socialmente, en su juicio; recuerdo ir de paseo con mis padres y que
mi madre me apretara la mano diciéndome que tenga cuidado porque aquella mujer
está loca, porque la pobre estaba a los gritos, hablando sola y eso es algo que
me quedó. Y Hace unos años descubrí la historia de estas hermanas y vi su fotografía,
la misma fotografía que ahora usamos en el flyer de la obra, empecé a
profundizar la historia y era una cosa de ansiedad en mí por seguir leyendo
sobre el tema y quedé fascinado. Yo
estuve en Galicia en el año 93 pero no me enteré de la historia porque no
estaba la estatua famosa que está hoy en La Alameda. Hay también una particularidad que es una
atracción también que tengo por aquellos personajes que, equivocados o no, se
han jugado por un ideal y aunque no soy dramaturgo, como veníamos con Marcela
Fernández Señor haciendo teatro en lengua gallega, decidimos llevarla a escena.
¿Y cómo fue el proceso para llevarla a escena?
Con mucha ayuda. Quiero decir que fue un
trabajo de grupo, he recibido mucha ayuda de mis compañeras de elenco y de la
directora, que desde el momento en que empecé a escribir la historia, pensé en
esta directora y en estas actrices, y podíamos haber estrenado el año pasado
pero por compromisos que teníamos con otras actuaciones se fue postergando.
Ustedes han cuidado mucho el vocabulario, el
idiolecto, el modo de decir gallego que lo han hecho con mucho acierto.
La idea del grupo es hacerlo también en
lengua gallega, pero obviamente, acá en Buenos Aires, pocos lo entenderían, entonces,
hay que hacerla en castellano pero sin perder esa particularidad que tiene el
gallego, incluso hasta cuando habla castellano.
“Dejaré
dormir mi voz, callaré los horrores, me veré en el espejo siempre joven. No
quiero parecer un maniquí aberrante que va regalando sus tripas, al que pasea
mientras suena la banda. Prefiero ser una muñeca de porcelana: polvo de arroz
en mi rostro, colorete en mis mejillas y un carmín en mis labios...”.
El espectáculo, lo presenta la asociación gallega
‘Echando Raíces’ con producción de Verónica Torres Bugallo, con las actuaciones
de Marcela Fernández Señor, Liliana Olmo y Walther Sánchez Rodríguez.
Ficha Artística y técnica:
Elenco:
Maruxa Fandiño Ricart: Marcela Fernández Señor
Coralia Fandiño Ricart: Liliana Olmo
Peregrino: Walther Sánchez Rodríguez
Dramaturgia: Walther Sánchez Rodríguez
Colaboración Artística: Marisa Villar
Vestuario y Escenografía: Lucía Trebisacce
Diseño de Iluminación: Débora Ruiz - Lucía Trebisacce
Asesoría en Maquillaje: Mercedes Lagunas
Música: Xeito Novo
Fotografía: Joaquín Amoia
Video: Pamela Fadiga
Diseño Gráfico: Florencia Pignataro
Producción: Verónica Torres Bugallo
Dirección: Débora Ruiz
Funciones: Viernes - 20:30 hs
Entrada general:
$ 150,00
Descuentos a jubilados, estudiantes y grupos
Auditorio KraftCCNV (Florida 681, CABA)
Te escribo desde Galicia. Acabo de enterarme de la existencia de esta obra de teatro.
ResponderEliminarTe quedaría muy agradecido si me pudieras enviar un programa de mano.
mi familia las conoció y sabía toda su historia. Un saludo cordial