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25/7/15

El peregrino amor secreto de Walter Benjamin

“Diario de Moscú”






Por Roberto Famá Hernández
Miembro de la Asoc. Arg. de Crítica e Invest. Teatral

La vida y la obra de Walter Benjamin, uno de los pensadores más influyentes en la filosofía de nuestro tiempo, fue atravesada por su amor hacia Asja Lacis,  directora y actriz de teatro nacida en Letonia, cabalmente comprometida con la Revolución de Octubre. Una “comunista excepcional” además de “una de las mujeres más excepcionales que he conocido”, dijo de ella el mismo Benjamin y reconoció en su diario, que ella lo convirtió en un “hombre nuevo”. Se conocieron en Capri, durante el verano de 1924. Asja Lacis  y Walter Benjamin se enamoraron y también se criticaron desde el primer momento: Lacis tenía claro que el principal objetivo de su proyecto de vida era facilitar la transformación revolucionaria de la sociedad “Quería ser un buen soldado de la Revolución”  Ella le habló del  teatro infantil proletario. Benjamin de su obsesión por  “El origen del drama barroco alemán”  Discutieron por eso. Luego ambos volvieron a encontrase en Nápoles. Después en Riga donde ella dirigía, de manera ilegal, el Teatro de los Trabajadores integrado por actores obreros. Un año después, el 6 de diciembre de 1926 Walter Benjamin llegó a Moscú. El principal motivo del viaje era reencontrarse con Asja Lacis, aunque Benjamin alegó otras razones: conocer la situación de la revolución rusa para decidir su militancia o no, en el Partido Comunista de Alemania, además, escribir sobre la ciudad y visitar el mausoleo de Lenin. Desde aquel 6 de diciembre hasta el 1 de febrero de 1927 Benjamin relató cada momento vivido en lo que se llamó “Diario de Moscú” donde quedaron muy claras las dos frustraciones que le esperaban en Moscú: la amorosa y la del pensamiento.

Damián Dreizik y Alfredo Allende adaptaron con gran solvencia el texto de “Diario de Moscú” para el teatro. Allende tomó para sí también la dirección y Dreizik asumió la composición de un Walter Benjamin sobre el escenario que es impecable: la genialidad en el pensamiento y la fragilidad del alma humana, el deseo y la frustración, son la piel de este difícil personaje; evidentemente  hay un trabajo del actor muy profundo de investigación en la vida y el pensamiento de Benjamin para salir airoso de semejante desafío; sin ese profesionalismo sería imposible lograrlo y el público lo reconoce en el prolongado aplauso final. 

Anita Gutiérrez dueña de una presencia escénica muy fuerte, interpreta con acierto a una Asja Lacis que vive internada en una clínica,  que puede simular ser una desequilibrada mental o serlo, poco importa, que sí es una apasionada por la revolución, una mujer enamorada de dos hombres o de ninguno. La credibilidad escénica que Anita Gutiérrez le imprime a su personaje nos habla de una actriz consolidada con mucho para dar.

Ramiro Agüero interpreta al dramaturgo austriaco Bernhard Reich, pareja sentimental de Asja Lacis, a él le toca el difícil rol de ser el tercero en discordia, pero no sólo en el triángulo amoroso, sino también en el intelectual; Bernhard acompañará a Benjamin en sus fríos paseos por una Moscú saturada de nieve, le mostrará que los logros de la revolución no son inmediatos, que hay demasiadas necesidades, que el estalinismo incipiente perfora la libertad de los intelectuales, que Trotsky no podrá dar su discurso, que el Mausoleo de Lenin está cerrado y que Asja sólo necesita continuar su reposo en esa Clínica y de los cuidados que únicamente él, Bernhard, puede darle. El trabajo de Agüero también está muy logrado, se afianza principalmente en una acertada expresión corporal, es un hombre castigado por el frio y el exceso de alcohol, es el personaje que soporta y espera algo que sabe que nunca verá llegar. Completa la puesta la música incidental en vivo de Marcelo Katz y por momentos, sobre una pequeña pantalla se proyectan brevemente imágenes del cine mudo ruso con algunas tomas de la Moscú de esos años.


Luego de la función hablamos con Damián Dreizik y esto es lo que nos dijo:

Damián, ¿qué crees vos que los separó más, sus diferencias intelectuales o las realidades sentimentales?

A mí lo que me fascinó del libro original “Diario de Moscú” es que está todo mezclado, por eso también tenía ganas de contar esto, hay algo que es que él se enamora de ella marxista, ella le inculca el marxismo, entonces, hay algo del amor que es atravesado por eso, él se enamora de ella marxista.

Pero él no adquiere el mismo compromiso con el marxismo, ¿o sí?

No, no, es que Benjamín es un caso muy extraño; uno no puede decir que no estaba comprometido, en su vida fue un hombre osado, que realmente fue a Moscú a ver si se afiliaba al Partido Comunista Alemán, y después tuvo una amistad con Brecht, de hecho, medio se fue su vida en ese compromiso, porque escribía y opinaba, sí era un libre pensador, sí no se ataba a ningún dogma y sí tenía su criterio y su pensamiento, que por eso no era académico y no se encuadraba en ningún esquema, por eso no se afilió finalmente al Partido Comunista Alemán porque no entraba en su lógica, pero yo creo que había algo muy personal porque él se definía marxista pero era un marxista muy particular, mezclado con judaísmo, y era muy particular.

Ahora, ella se definía más como una proletaria.

Sí, su historia es terrible. Ella tiene un origen humilde, un devenir como más ruso, porque el tema de la actuación lo adquiere más adolescente, y después es deportada por Stalin, estuvo diez años en un campo de trabajo, luego ella sale y se queda en Rusia, o sea…

Volviendo al hecho creativo inicial de la obra, ¿cómo idearon el texto y que tiempo les llevó?

Mirá, estuvimos con Alfredo laburando mucho tres meses todos los días y sobre la escritura íbamos ensayando, fue un trabajo así. Y un trabajo de investigación total en lo que nos resonaba, nos concentramos en El Diario, leímos algunos textos teóricos y algunos literarios y de hecho hay algunos textos de otros libros en la obra.



Tu cita con Asja Lacis y Walter Benjamin
  es los Viernes 21 Hs.
en el Teatro Anfitrión
 Venezuela 3340 (CABA) 


 FICHA ARTÍSTICA - TÉCNICA :

Texto de Walter Benajmin, adaptación de Damián Dreizik y Alfredo Allende
Elenco: Damián Dreizik, Anita Gutiérrez, Ramiro Agüero
Música e intérprete: Marcelo Katz
Escenografía y vestuario: Julieta Ascar
Diseño gráfico: Victoria Quintiero
Diseño de iluminación: Lucía Feijoo
Asistencia de Dirección: Mariela Kantor
Producción ejecutiva: Lorena Carrizo
Prensa y comunicación: Carolina Maldonado
Dirección: Alfredo Allende

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