“Mala Madera”
Por Roberto Famá Hernández
Miembro de la Asoc. Arg. de Invest. y Crítica Teatral
En el Becket Teatro viene presentándose, los domingos a las 18 hs, una de las mejores propuestas de la actual cartelera teatral; me refiero a “Mala Madera” opera prima de Diego Cremonesi, autor y director de la propuesta.
En un pequeño pueblo de la Patagonia
argentina. Un carpintero metodista y su mujer adoptan hace años a un joven
aprendiz. La armonía de esta sencilla familia se ve amenazada con la llegada de
un pariente de Buenos Aires. Un nuevo día los enfrenta a la miseria acumulada.
Diego Cremonesi ha
logrado en “Mala Madera” una perfecta conjunción de todos los lenguajes que
conforman el hecho teatral: diseño de luces, sonorización de la escena, escenografía,
ambientación, vestuario… Pero sobre todo, logra que la palabra pase claramente por el cuerpo de los actores y la actriz. Para explicar los cimientos más profundos
de este acierto, quizás convenga remitirse a finales de los años 80, cuando en nuestro teatro comienza a crecer el
concepto de “Teatro de estado” que es un
teatro de dirección que requiere de actores y actrices con “capacidad ficcional,”
es decir con una imaginación intensa y libre, actores y actrices que busquen
alejarse de la actuación sujeta muy fuertemente a un texto dado, que no se
queden en la repetición literal del mismo, para permitirse opinar sobre él con
el cuerpo.
Y es que la trama
argumental de “Mala Madera” requiere tanto o más de los silencios, de lo no
dicho, de la intensa acción interior de cada personaje, que de la palabra dicha. Y en este sentido, lo oculto
bajo siete llaves, pasa primariamente por el personaje de María Rita, la perfecta
ama de casa que desde la más absoluta sumisión al machismo que la rodea, logra
manipular cada situación.
Es Felicitas Kamien, la excelente
actriz, directora, dramaturga y docente teatral, quien debe dar vida a ése único personaje
femenino. La ingenuidad, la inocencia y lo más oscuro y siniestro pasa por el
cuerpo de esta artista admirable, a la que
hemos aplaudido durante 4 temporadas, como autora y directora de “El Cisne”
Federico Aimetta es
Walter, el carpintero (ebanista, diría él), esposo de María Rita, hijo de un
pastor metodista, de rígidos principios y de carácter irascible. Federico Aimetta
es un talentoso actor, dueño de una presencia escénica contundente y una voz
potente a la que matiza como quiere; resuelve
cada costado de su personaje con solvencia. Tanto las escenas de violencia
física, como los momentos de violencia psicológica, son jugados a la
perfección.
Jorge Eiro es el aprendiz
de pocas luces, que además de ser conocedor de los secretos más ocultos, está en
estado de implosión permanente. Eiro logra que desde la platea se respire esta oposición
entre lo dicho y lo callado, entre sus ansias de libertad y su miedo a esa
misma libertad. Evidentemente Jorge Eiro es otro actor notable que hace un
aporte imprescindible a “Mala Madera”
Eduardo Perez Winter es
el pariente que llega invitado por María Rita, pero su presencia resulta amenazante,
pone en peligro el equilibrio de silencios. Siendo aquel que llega
inocentemente ignorando lo oculto, terminará siendo el cordero que purgue los
pecados de todos; un giro de 180º. En un
momento su personaje le pregunta a María Rita: - ¿Para qué me invitaste? ¿Para
qué me hiciste venir? - Quizás lo que queda
sin respuesta, desde el texto y desde la actuación, es el revés de esas preguntas; ¿cuál era la motivación, el deseo de este
personaje para aceptar tal invitación? Desde
tal deseo que seguramente no se cumple, brotarían quizás otros matices para
darle más brillo a la actuación de Perez Winter, que no desentona con sus
compañeros de elenco, pero que resulta un tanto monocromática para un personaje
que atraviesa tal giro de 180º.
“Mala Madera” es una excelente oportunidad para llenar de
buen teatro el atardecer del domingo; le sugiero fervientemente que no la deje
pasar, le quedan pocas funciones a esta temporada y si la deja ir, puede perderse
una de las propuestas mejor lograda de nuestra cartelera.
Ficha
técnica y artística
Dramaturgia: Diego
Cremonesi
Actúan: Federico
Aimetta, Jorge Eiro, Felicitas Kamien, Eduardo Pérez Winter
Iluminación: Adrian
Grimozzi
Ambientación: Cecilia
Orsini
Diseño sonoro: Diego
Cremonesi, Juan Zurueta
Realización de
escenografia: Juan Zurueta
Fotografía y video: María
Victoria Andino, Susana Leunda
Diseño gráfico: Ricardo
Baldoni
Asistencia técnica: Enrique
Lunazzi
Asistente de producción:
Susana Leunda
Asistencia de dirección:
Juan Zurueta
Producción general: Juan
Zurueta
Supervisión
dramatúrgica: Walter Jakob
Dirección: Diego
Cremonesi
Duración: 70 minutos
BECKETT
TEATRO
Web: http://www.teatrobeckett.com
Guardia
Vieja 3556 (CABA) Reservas:
48675185
Entrada:
$ 150,00 - Domingo - 18:00 hs - Hasta el 25/09/2016
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