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1/10/15

Villanueva Cosse - Adriana Genta y la obra del poeta Miguel Hernández en el CCC


Compañero del Alma
Espectáculo teatral, poético y musical, sobre la vida y obra del poeta
Miguel Hernández



Por Roberto Famá Hernández
Miembro de las Asoc. Arg. de Crítica e Invest. Teatral


A casi 30 años de su primera presentación, vuelve  “Compañero del Alma” Una excelente propuesta teatral, poética y musical, sobre la vida y obra del poeta y militante Miguel Hernández, con dramaturgia de Adriana Genta y Villanueva Cosse, dirigida por el mismo Cosse

Miguel Hernández; el humilde pastor de cabras, el enamorado ardiente, el poeta reconocido e intenso, el combatiente Republicano en la Guerra Civil Española, el preso político, en un fascinante recorrido por su vida y su obra. Una tarea de investigación profunda y una conjunción creativa de textos, poemas, canciones y puesta en escena que resulta un espectáculo sumamente emotivo e intensamente bello.

“Compañero del alma” es altamente recomendable para todo público, pero es una cita ineludible para estudiantes de actuación o dirección teatral, porque lo que nos brinda Villanueva Cosse es una clase magistral de puesta en escena, sumamente poética, donde nada se resuelve sin creatividad y belleza. No hay pasaje, ni siquiera un mínimo detalle que falte a lo que digo; la llegada de Miguel Hernández a Madrid, la muerte de Ramón Sijé, o la recreación del taller de costura, son escenas resueltas con tanta belleza escénica que el público, a sala llena, reconoce con un aplauso final sostenido y de pie.

Pero Villanueva Cosse no está solo en este desafío; cuenta con un elenco que entiende y responde a la articulación precisa del trabajo grupal con total consistencia: canto, actuación, monólogos y más de un personaje para un mismo actor o actriz, son las exigencias y nada de todo eso queda fuera del conjunto. 
La música de Jorge Valcarcel, el diseño lumínico de Leandra Rodríguez y el vestuario de Daniela Taiana conforman otro acierto importantísimo de esta propuesta que nos entrega Villanueva Cosse,  a casi tres décadas de aquel primer estreno de “Compañero del alma” en el Teatro de la Campana (hoy teatro del Pueblo), por el que ganó varios premios, el aplauso de diferentes públicos en distintas ciudades y hasta la atención de la televisión española que decidió filmarla y emitirla en su programación. 

Esta segunda vez no es menos, por el contrario, “Compañero del alma” está enriquecida por la inagotable capacidad creativa de Cosse que a sus 81 años sigue enalteciendo nuestro teatro. 

Hablamos con él luego de la función y esto nos dijo:

Todo esto que acabamos de ver no se logra sin un gran trabajo previo de investigación, ¿cómo fue ese proceso de búsqueda de testimonios y demás?

Es el trabajo que llevó a término Adriana Genta; ella en el año 1980  - todavía me resisto a decir en el siglo pasado, (ríe) porque me siento como “matusalénico” –  en el 80 se fue a España, sin beca, sin nada, de su propio bolsillo, haciendo sacrificios y estuvo un tiempo allá, persiguiendo gente que haya sido testigo o familiar o colega desde el punto de vista literario, y consiguió un material que parte de él,  porque es mucho más amplio el material, es el que pudimos lograr organizar en la puesta como una especie de esqueleto, de estructura de sostén. Además de mostrar reflejos, facetas de la vida Miguel y de su poesía, la obra está apoyada en esos testimonios, el apoyo narrativo como centro de la cuestión dramática, es decir, los personajes en acción con sus sentimientos, sus problemas, sus conflictos y la otra pata del trípode sería la parte lírica y la parte poemática y de canciones que hemos tratado que estén puestas en los momentos donde concentran las pasiones en conflicto, todos los sentimientos que están en el escenario, porque ya las palabras, no alcanzarían para expresarlo, ¿no? Esa fue la búsqueda, desde ese material que trajo Adriana, que estuvo en Elche, estuvo en Jaén, estuvo en Orihuela, estuvo en Cartagena, es decir, todas las zonas de Levante donde de alguna manera, gentes conoció a Miguel Hernández y por supuesto en Madrid, donde estaba ya la gente, digamos en otro nivel literario como Carmen Conde, Vicente Aleixandre, bueno y también hubo cosas de García Lorca que lo conoció también y de Neruda que aparecen menos acá porque ellos entraron menos en la vida de Miguel que Vicente Aleixandre que fue un gran amigo de él y gran protector y Carmen Conde que como ella misma lo expresa, vio a ese chico formidable, extraordinario, insospechado, ¿no?

Ahora, para poner en pie este texto, inevitablemente la puesta debe ser también inmensamente poética y lo han logrado sobradamente. ¿Cómo se trabaja eso? por ejemplo,  ¿Cómo usted ha resuelto la muerte de Ramón Sijé? ¿Cómo lo trabajó?

Vio que en algún momento  - y no es una cosa inventada por nosotros-  está la fijación, la fobia que tenía Ramón Sijé con respecto a la muerte; “cada día veo más cerca la muerte”, y en ese parlamento dice algo así como “veo paletadas de tierra y piedras” “piedras que me tapan la boca” y eso nos inspiró para pensar que eso, esa especie de intuición mortuoria se daba patéticamente con la verdad, por eso sus dolientes entran a escena con piedras, y con ruidos se posan alrededor de donde él yace, estableciendo similitud con sus temores, la profecía autocumplida de alguna forma, ¿no? Y además, no nos olvidemos que Miguel Hernández dice en su famosa elegía, “desamordazarte y regresarte”  Piedras en la boca que no lo dejan hablar y para un literato no poder usar las palabras es lo peor que le puede pasar, es una asfixia del alma, ¿verdad?

Ahora, para un artista como usted, con 60 años de escenario

Sesenta y dos para ser más preciso

Una carrera extensa e intensa. ¿Es la primera vez que, de alguna manera, se reversiona a usted mismo?

No, no. En estos últimos años me entró eso, como un deseo de volver atrás; hace 3 o 4 años, dirigí “Viaje de un largo día hacia la noche” (de Eugene O'Neill ) en el San Martín y esa fue una de las últimas puestas que yo hice en Montevideo y en esa puesta primera yo actuaba, yo todavía era un joven, la dirigía y actuaba, hacía el hijo alcohólico de la familia Tyrone, ése es un caso y éste es otro. Son como deseos que me han llegado de recuperar momentos felices y siento además una cosa: tuve temor de copiarme, pero no, no me copié y no tuve que hacer mucho esfuerzo, porque eran otras personas y yo soy otra persona distinta al Villanueva Cosse de aquella época, de los años 87 y 88.  Y por otra parte me ayudó mucho Carolina Pujal  (Excelente coreógrafa y bailarina con más de 40 trabajos de escena) mucho me ayudó porque hicimos una buena dupla, yo aprendiendo cuestiones relativas al manejo del espacio y del cuerpo y ella aprendiendo como, las cosas que ella ya sabe desde la danza,  se pueden ir transformando para el teatro dramático. Tratamos de evitar que se advirtieran vocaciones bailables; no, eran personajes que daban rienda suelta a lo que les pasaba y lo que se hacía era emprolijar, no mostrar torpezas, mostrar equilibrios, mostrar nitidez en los movimientos, que tuvieran sentido teatral y fue una compañera que me ayudó muchísimo. De la misma manera que Mariano Cossa (Se refiere al hijo de Roberto Tito Cossa que se dedica a componer música para teatro y ha realizado la música original de más de 60 puestas en escena junto a directores de distintas partes del mundo) ayudó muchísimo también en lograr que los chicos cantaran bien y no se les notara esforzarse en expresar lo que les pasa. Y yo siento que hay momentos donde los actores están emocionados porque forman parte de la memoria de ese ser tan querible y tan desgraciado que fue Miguel Hernández.

¿Cómo fue la conformación del elenco y el proceso creativo para llegar a este resultado?

Bueno, una parte del elenco se conformó porque hice pequeños casting y otra parte de pura casualidad, porque podía perfectamente haberme salido un elenco con problemas internos, con disimilitudes de formación pero no. Y nos costó a todos mucho hacer esto, nos llevó tres meses muy intensos con cuatro horas de ensayo todos los días, excepto sábados y domingos, que en términos de trabajo en cooperativa es muy raro encontrar, porque ninguno de ellos vino pensando que de tanto trabajo iba a sacar un rédito económico y nos llevamos muy bien y yo creo que se nota que hay una entrega de ellos, más allá de la disciplina teatral, yo creo que están enamorados del material que tienen y del personaje. Yo creo que esta obra la dirigió también Miguel Hernández, vio cuando hay algo que ayuda para que las cosas salgan adelante, cuando uno no tiene que convencer demasiado a nadie de nada, sino que lo que se discute es que es mejor, si esto o lo otro, y ver que un elenco de once hay propuestas, es un trabajo agotador, pero amoroso.


Le agradezco a Villanueva Cosse la gentileza de recibirme y me voy pensando que tiene mucha razón, no podría ser de otra manera, a esta obra la dirigió también  Miguel Hernández, hay mucho de su magia que sobrevuela el escenario; créame que usted tiene una cita con él, con su poética y su alma; vaya y disfrute de encontrarlo, todos los sábados a las 21  y domingos a las 20 hs. en la Sala Solidaridad del Centro Cultural de la Cooperación, de Av. Corrientes 1543 CABA



Ficha Técnica: 
Dramaturgia: Adriana Genta  y Villanueva Cosse; Intérpretes:  Lola Banfi, Gustavo Bassani, Juan Manuel Correa, Verónica Cosse, Pablo Di Croce, Diana Kamen, Jorge Lozada, Mario Petrosini, Julieta Puleo, Nilda Raggi, Gabriel Schapiro; Vestuario: Daniela Taiana; Música Original: Jorge Valcarcel; Arreglos Musicales: Mariano Cossa; Coreografía: Carolina Pujal; Diseño de Luces: Leandra Rodriguez; Producción Ejecutiva: Pablo Silva y Tony Chavez; Asistente de Dirección: Camila Serra; Dirección: Villanueva Cosse

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